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¿Que es Megapraxis? El mundo cambia, y el cambio constante es una de las ideas que conciernen a la Megapraxis, (Heráclito: "Todo fluye"). Otra es su universalidad: es global; hay que analizar todo, explicar todo; no nos conformamos con las partes. La realidad siempre es compleja y la complejidad también es megapráctica. Pero no todo va a ser análisis. Debe haber praxis ¿no? Pues eso, propuestas de acción práctica, que es lo que modifica la realidad. En resumen, conocer mejor la realidad para proponer acciones que la transformen, que la hagan progresar, que sumen “cuantos de progreso”. Pasito a pasito. Es muy simple. Pero no es fácil.

martes, 23 de diciembre de 2014

Cuatro años del blog Megapraxis: resumen 2010-2014

Hace 4 años que este blog publicó su primer post: "El préstamo". Ya entonces se veía venir la gran estafa que se avecinaba. Desde entonces hemos ido publicando posts cada vez más centrados en la realidad económica que nos ha ido asfixiando, en una deriva sin precedentes hacia una sociedad sin duda peor. Este ultimo año no ha sido muy prolífico (9 posts con este), pero este blog está aún muy vivo, así que volvemos al tajo rememorando los cuatro años precedentes, sus devenires, sus hitos...hechos que sin duda han cambiado la percepción que hasta entonces teníamos de la política.

En el verano de 2011...
Hace 3 años y pico se desmoronó el teatrillo que tras espesos cortinajes, pintorescos decorados, alambicados forillos y adornos, y un pesado telón, ocultaban la realidad de las miserias de un país dominado por la corrupción política. En verano de 2011 ("El verano en que se aceleró la historia", como titulé a aquél post del 6 de septiembre de 2011) ocurrieron muchas cosas, un auténtico "acelerón" de la historia, en cuya vorágine se sucedieron acontecimientos que desembocaron en medidas auténticamente desesperadas, la más relevante de todas ellas fue la  reforma del artículo 135 de la Constitución por la cual se daba prioridad absoluta al pago de la deuda por parte del Estado por encima de las demás obligaciones de éste, reconocidas no ya en el articulado constitucional (léase p. ej. Artº 128.1 "Toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general") sino en su preámbulo, su verdadera "declaración de intenciones", y que reza así:
La Nación española, deseando establecer la justicia, la libertad y la seguridad y promover el bien de cuantos la integran, en uso de su soberanía, proclama su voluntad de garantizar la convivencia democrática dentro de la Constitución y de las leyes conforme a un orden económico y social justo; consolidar un Estado de Derecho que asegure el imperio de la ley como expresión de la voluntad popular; proteger a todos los españoles y pueblos de España en el ejercicio de los derechos humanos, sus culturas y tradiciones, lenguas e instituciones; promover el progreso de la cultura y de la economía para asegurar a todos una digna calidad de vida; establecer una sociedad democrática avanzada, y colaborar en el fortalecimiento de unas relaciones pacíficas y de eficaz cooperación entre todos los pueblos de la Tierra.
Ni que decir tiene que lo del "orden económico y social justo" y "asegurar a todos una digna calidad de vida" (por no hablar del artículo 128) son literalmente incompatibles con esa reforma del articulo 135 ejecutada de forma vergonzante, a toda prisa, sin consultar, sin dar la mínima oportunidad para debatir, por las fuerzas parlamentarias dominantes (votaron a favor PP y PSOE que reunían el 90% de los diputados de la cámara).
Desde ese fatídico verano de 2011 han pasado muchas cosas, pero todas ellas han tenido en común una importante consecuencia, que es dejar al descubierto las trampas de los trileros que nos habían estado gobernando todos esto años: se evidenció a las claras el montaje que, a cuenta de una presunta transición, había permitido prolongar un agónico régimen dictatorial intrínsecamente corrupto, maquillándolo, adornándolo para que pareciera una democracia, cosa que consiguieron hacernos creer durante tres décadas. En el verano de 2011, PP y PSOE dejaron claro que en lo esencial estaban de acuerdo: defender sus privilegios y los del poder económico que los sostiene y a los que verdaderamente representan, aún a costa del bienestar de sus ciudadanos. El vocablo "bipartidismo" se acuñó desde entonces para describir este régimen de alternancia para el saqueo del país en connivencia entre dos partidos mayoritarios (con ayuda de algunos partidos más, hay que decirlo), que estableció en esencia el régimen de 1978.
Desde luego, mucha gente ya lo detectó antes. Incluso un poco antes hubo un episodio que mostró a las claras que mucha gente no se tragaba las ruedas de molino con las que el poder nos quería hacer comulgar: el movimiento 15M, originado pocos meses antes, que eclosionó en mayo con la toma de las plazas en toda España, y muy simbólicamente en la Puerta del Sol de Madrid. Ciertamente este movimiento desencadenó una reacción genuinamente popular, que tuvo mucha influencia en lo que pasó después. Su lema ("Dormíamos. Despertamos") es suficientemente elocuente. Pero a pesar de ello, la sucesión de acontecimientos que tuvo lugar en verano de 2011 puede considerarse la "traca" que hizo despertar a la mayoría de aletargados. Vamos a hacer un repaso muy breve de los hitos ocurridos desde entonces, un ejercicio que puede que contribuya a esclarecer el momento que estamos viviendo y lo que se avecina.
Imagen de la manifestación del 19 de junio de 2011 en Madrid. La indignación empieza a tomar la calle. Al fondo, el Congreso de los Diputados, con todos sus accesos cortados.

La Gran Depresión ¿crisis o estafa?
Recordemos que en 2011 arrastrábamos 3 años de depresión económica (inaugurada "oficialmente" por la quiebra de Lehman Brothers: 15 de septiembre de 2008) y que ha alcanzado unas dimensiones y una profundidad históricas. Hago aquí un inciso para señalar que el término "crisis" con que comúnmente nos referimos a esta depresión, es un término intencionadamente pasivo, que trata de infundir la sensación de catástrofe o desgracia sobrevenida e inevitable, cuando en realidad responde a un plan que tiene unos ejecutores, los cuales son responsables del saqueo-estafa-robo que implica, pues de ninguna otra manera se puede calificar la transferencia de renta sin precedentes que ha ocurrido desde entonces de las capas más modestas de la sociedad a las más opulentas. El contexto internacional es esencial: se trata de una ofensiva neoliberal dirigida fundamentalmente a liquidar el estado del bienestar construido durante las décadas posteriores a la 2ª Guerra Mundial en Europa (una "isla" de derechos y bienestar en el contexto internacional), que consiste básicamente en determinados sistemas de protección social, incluyendo salud y educación públicas universales y gratuitas, derechos laborales, sistema público de pensiones, servicios públicos de calidad, etc. Para acabar con ello se ataca el flanco más débil, los países del sur (Portugal, España, Italia y Grecia, despectivamente denominados "PIGS" en los medios financieros) más Irlanda, con el arma más poderosa que tiene el capital internacional, la deuda, a través de su "brazo ejecutor", la troika (formada por el Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo y el Banco Mundial). El mecanismo es inflar artificialmente la deuda de estos países (la deuda pública de Alemania era más alta que la de España por aquel entonces) mediante un sistema muy simple: convertir la deuda privada (la de los bancos, que hoy sabemos que estaban en la ruina cabal) en deuda pública a través del préstamo al 0% a éstos por parte del BCE y elevando al 4% el interés que los bancos prestan a los Estados con problemas. El blindaje constitucional de esta deuda asegura a los acreedores que se cobrará por encima de cualquier otra consideración, incluso aunque el pueblo muera de hambre, frio o enfermedades. Los perdedores somos la inmensa mayoría de los ciudadanos, que vemos cómo de un día para otros se empiezan a desmantelar servicios públicos esenciales como sanidad y educación con la excusa de "ahorrar gasto publico", que según parece era excesivo (no lo era: España estaba en la cola de los países de la UE en gasto público por habitante). La amenaza era el "rescate".
La ofensiva neoliberal empezó a construir un mito para justificar el giro político emprendido en la Unión Europea dominada políticamente por el neoliberalismo extremo (de un modo escasamente democrático: ¿quien votó eso?), y que se difundió por doquier a través de los medios de masas, Entra en juego el término "austeridad". El discurso oficial califica a unos (sean individuos, grupos sociales o países) de "incompetentes", "vagos", "incumplidores", que "viven por encima de sus posibilidades", y a otros de "eficaces", "competitivos", "cumplidores", "austeros", que hacen frente a sus obligaciones (nótese la carga moral en algunas de esas calificaciones). En el centro de esta política está el gobierno alemán, que promueve este discurso situándose como país entre los campeones de la competitividad, la eficacia y el cumplimiento de obligaciones, contrapuesto a los "vagos" del sur-PIGS, subsidiados, viviendo de las ayudas europeas financiadas sobre todo por el esforzado trabajo de los alemanes y otros europeos del norte. Ya escribimos sobre esta falacia en otros posts (véase los posts anteriores de este blog: "Carta a un ciudadano del Norte de Europa", y "¿Crisis económica o corrupción generalizada?").

Las elecciones de 2011: La zorra cuidando el gallinero.
Tras aquel verano de acelerón histórico, en el que parecía que el mundo se iba a acabar, nos iban a intervenir (¡¡¡como a Grecia!!!), nos iban a imponer un gobierno gestor tecnocrático (¡¡¡como a Italia!!!), nos iban a rescatar, etc etc, vinieron unas elecciones (seguramente todo lo anterior no era ajeno a esta circunstancia). El partido que ostentó el poder durante las dos legislaturas anteriores, el PSOE, se hundió probablemente porque defraudó las expectativas de sus electores (especial importancia en ello tuvieron los "acontecimientos" del verano de 2011, y en particular la reforma del artículo 135), y ganó el Partido Popular, consiguiendo un récord de votos (casi 11 millones), y con ello la mayoría absoluta en el Parlamento y "manos libres" para hacer cualquier cosa sin contar con nadie.
Y lo hizo: apoyado en el mito fabricado por la troika ("vivimos por encima de nuestras posibilidades", "hay que disminuir el ´deficit", etc), aplicaron la "austeridad" sin remilgos, pero solo en los ámbitos que afectaban al bienestar de los ciudadanos: sanidad, educación, servicios sociales y otros servicios públicos esenciales. Nunca en los ámbitos más cercanos al poder. Se recortaron los derechos laborales, la renta del trabajo empezó a  bajar, los despidos se abarataron, etc, pero no se escatimó dinero para "rescatar" bancos, autopistas ruinosas, para seguir adquiriendo costosísimo equipamiento militar, manteniendo contratos abusivos con empresas prestatarias de servicios a la administración, en llamativa connivencia con quienes privatizaron esos servicios. Mientras se deshacía el estado del bienestar de los ciudadanos, se construía el bienestar de las empresas del IBEX, de los grandes bancos, de los altos cargos, de los asesores y de los familiares de todos ellos. Todo ello sin que los sindicatos mayoritarios, tocados por casos de corrupción, hicieran  por evitarlo. Se da la circunstancia de que si los sindicatos se veían afectados por casos de corrupción, eran ferozmente criticados por ello, mientras que la patronal ostentaba el campeonato absoluto en corrupción, pero  eso, lejos de escandalizar era considerado natural e incluso fomentado en ese ámbito, tanto que no tenía consecuencia ninguna, más al contrario, parecía favorecerse que los altos dirigentes de las organizaciones empresariales fueran cuanto más corruptos mejor.
El nuevo Gobierno de derechas, que en su campaña electoral repitió hasta la saciedad que no iba a tocar las pensiones, ni la sanidad pública, ni la educación pública, etc, en un tiempo record acabó con la atención sanitaria universal, recortaron plantillas de profesores, sanitarios y otros funcionarios como nunca antes se había hecho en este país. Venía con un programa oculto, el de aniquilar el estado del bienestar, pero se lo callaron muy bien. Mintieron para no despertar recelo entre sus votantes, ya que muchos nunca les hubieran votado si hubieran sabido la que se avecinaba. Pero a la vez deslegitimando las extremas medidas tomadas nada más acceder al poder, pues no recibieron voto alguno que avalara ese tipo de política. Bajaron las pensiones y los sueldos a los funcionarios. Regresamos a niveles de renta per cápita propios de los años '90 del siglo pasado, y la cobertura social regresó casi a tiempos de posguerra, dejando tirados a legiones de personas necesitadas de asistencia social, casi como en las antiguas novelas decimonónicas. Se cepillaron las ayudas a la dependencia. Hicieron bueno el "slogan" de ese partido, que inventó una de sus diputadas, cuando el Gobierno anunció un importante recorte en la asistencia a los desempleados : "Que se jodan" gritó en sede parlamentaria en un alarde de inhumanidad que no tiene precedentes en democracia. Este Gobierno y los que lo sostienen, sea en el parlamento o en las elecciones con sus votos, expresaron muy bien su ideología, basada en que si tienes una incapacidad o enfermedad, te jodes, si te has quedado en el paro, te jodes, si te han embargado tu casa y tienes que irte a vivir debajo de un puente, te jodes, si tus hijos pasan hambre, pues también os jodéis, ellos y tú. De este modo, por parte de un amplio elenco de personalidades relevantes del partido en el Gobierno se sucedieron declaraciones insultantes a parados, funcionarios, médicos, profesores, pensionistas, etc, que, sin ningún pudor y en un afán por desprestigiar sin más, fueron calificados de "vagos", "parásitos", "inútiles", "quejicas", "derrochadores", "malgastadores", "que viven del cuento", etc. Nadie ha pedido perdón aún por estas declaraciones, lo que equivale a asumir que se mantienen en ellas.
Pero el déficit no disminuyó con todas estas medidas, mientras la deuda pública creció considerablemente, prueba de que lo del déficit, la deuda, y la austeridad son milongas, cuentos chinos, que a lo que han venido es a lo otro, a depauperar el país, a convertirnos en el Bangladesh de Europa. No hace falta buscar el enemigo fuera: como ya escribimos en aquél post: el enemigo lo tenemos instalado en la Moncloa: las cifras de parados lejos de disminuir con todas estas estrategias, eufemísticamente denominadas "reformas" por el Gobierno han aumentado en estos tres años de legislatura a niveles nunca antes vistos. Y si no sirven para frenar el déficit, si no sirven para controlar la deuda, si no sirven para disminuir el desempleo en nuestro país...¿para qué sirven todas estas medidas, que están desangrando nuestros servicios públicos, socavando nuestra cohesión social, fulminando nuestros derechos? Pues precisamente para eso, para acabar con todo ello en favor de las élites económicas ligadas al poder. Es la zorra cuidando del gallinero. ¡Pobres gallinas!

El principio de acción y reacción.
En apenas un año de legislatura ya se vieron dos cosas: que el PP en el Gobierno iba a acabar la faena encargada por la troika de erradicar nuestros servicios públicos y derechos, sin detenerse en consideraciones ni pestañear, y que nadie iba a ser capaz de impedírselo. Con una mayoría absoluta parlamentaria sólo necesitaban gobernar por decreto y así abolir uno tras otro todos los derechos y logros adquiridos en años  de esfuerzo y lucha por parte de las generaciones que nos precedieron. El ritmo  con que han desmontado el estado del bienestar ha sido frenético, pero aún así cuatro años no es mucho tiempo y les quedan cosas por hacer.
Pero a un año de finalizar la legislatura, las expectativas de conseguirlo se están difuminando. Múltiples casos de corrupción, generalizada en el partido en el Gobierno (y en otros partidos con responsabilidades administrativas en ayuntamientos y comunidades autónomas) están socavando la imagen y credibilidad de los dirigentes políticos y haciéndoles aún más difícil la tarea. Pero sobre todo, porque ha surgido un escollo que al parecer no esperaban las élites que nos gobiernan. el escollo se llama pueblo y lo conforman los pensionistas, funcionarios, maestros , médicos, empleados por cuenta ajena, pequeños empresarios, enfermos, dependientes, etc, (por acabar antes: todos aquéllos que fueron insultados por el partido en el Gobierno), se empezaron a organizar desde el minuto 1 en que sintieron la amenaza. Las movilizaciones sociales tomaron las calles innumerables veces. Y fueron reprimidas con dureza, a pesar de lo cual siguieron adelante. Los medios de comunicación, en su mayor parte afines al poder, ignoraron o trataron de quitar importancia a estas movilizaciones, en muchos casos masivas, como la del 14 de noviembre de 2012 en Madrid, que puede verse en la fotografía a continuación (ver post: "Grándola, Vila Morena entre zambombazos").


Estas movilizaciones presagiaban que no iba a ser tan fácil para el Gobierno terminar con éxito ese programa oculto que traía bajo el brazo al tomar posesión. Si bien en el Parlamento no había nada que hacer, en la calle la cosa era distinta: se evidenciaba que muchísima gente no estaba dispuesta a renunciar sin luchar. "Juventud sin futuro", "Plataforma de Afectados por la Hipoteca" y otras diversas plataformas y "mareas" se organizaron y empezaron a ser visibles. Ya no era posible ocultar la situación en que se encontraban muchas personas en verdadera emergencia social, desahuciadas de sus casas por no poder pagar las hipotecas sobretasadas por los bancos rescatados con dinero público, o la odisea de cientos de miles de jóvenes abocados a irse de España ante la falta de expectativa no ya laboral, sino vital, o los estudiantes universitarios afectados por una subida de tasas y los recortes en las becas, que ponen en peligro la igualdad de oportunidades en nuestro país.., o los científicos que ven los presupuestos de I+D recortados brutalmente, por mencionar tan solo unos ejemplos.
La visibilidad de la indignación de la gente empezaba a tener un efecto en las encuestas de intención de voto. El 12 de mayo de 2013 en el post "Se atisba el fin de una época" abordé esta cuestión. Ya entonces se veía perfectamente que tanto el PSOE como el PP estaban sufriendo una pérdida de intención de voto de una enorme magnitud, contada en varios millones de votantes, cercana a la mitad de sus anteriores votantes. También se vislumbraba en aquellas encuestas que mucha gente no encontraba  un partido al que dar su voto. Ese era el grupo que más crecía. Todo ello abría una nueva expectativa, que encuesta tras encuesta parecía ir consolidando esa tendencia. En este blog dediqué unos posts a seguir ese tema de las encuestas. Esto es lo que escribí al respecto en este blog el 22 de octubre de 2013:
...se está imponiendo la idea de que tal como pinta la legislatura, con un Gobierno sordo, que no dialoga, que impone por decreto sus leyes con su mayoría absoluta sin discusión posible, no nos queda otra que resignarnos a padecerlo 2 años más, pero que luego, obviamente la cosa cambiará, el PP será castigado electoralmente por lo que ha hecho a millones de españoles (votantes), y serán elegidos otros gobernantes más aptos, o al menos más sensibles, que anularán todo lo que hay hecho el PP en estos 4 años de Gobierno.
Esas palabras no iban muy desencaminadas. En sucesivos posts, ya en este 2014, volví a tratar el tema de las encuestas electorales bajo la perspectiva de la "nueva geometría electoral" que se avecinaba, con partidos hasta entonces hegemónicos cayendo en barrena y un amplio rio revuelto de votos "sin pescador". Con la perspectiva fijada en las elecciones generales que tendrán lugar en 2015 y una convocatoria anterior de elecciones europeas en ciernes, las perspectivas eran de sumo interés. Esto es lo que escribí en el primero de aquellos posts:
Entre los datos ofrecidos por Metroscopia hay un aspecto novedoso, que atañe al grupo de personas que piensan votar a "otro partido" (o sea, a uno distinto de los que figuran en la encuesta), que aumenta a un 6,2%, desde el 3,4% observado en octubre.
Seguramente eso que vi en esas encuestas y reflejé en esos posts fue lo  mismo que vio un grupo de personas nucleadas alrededor de un grupo de profesores universitarios, especialistas en ciencia política. Esa gente empezó a moverse, a hacer suyas las reivindicaciones de las mareas, de las plataformas ciudadanas y a tener visibilidad en los medios. Volveremos sobre este grupo más adelante.
Aún me dio para escribir otro post sobre este tema, advirtiendo de la inutilidad de la abstención ("Nueva geometría electoral para 2015 (II): Votar o no votar") y que fue uno de los más leídos de este blog. Esto es lo que, en resumen, defendí en aquél post el 31 de enero de 2014:
En la situación en la que actualmente se encuentra nuestro país, es absolutamente necesario y urgente un cambio de rumbo que devuelva la política a los ciudadanos, arrebatándosela a un "casta" política que se la ha abucharado impunemente gracias entre otras cosas a un sistema electoral muy sesgado y cerrado, que esos mismos políticos, beneficiarios principales de ese sistema, se niegan a cambiar. Las urnas pueden potencialmente cambiar ese rumbo, pues el sistema no es perfecto y puede fallar en alguno de sus flancos. Y el flanco débil se ha empezado a manifestar ahora en forma de una situación política tan escandalosa, tan abusiva, y tan manifiestamente antidemocrática que ha hecho perder apoyo a los principales partidos que se han repartido hasta ahora el poder político. Y lo ha hecho en una proporción tan grande que no tiene precedentes en España. Ello abre la posibilidad real de cambio. Sin embargo, la abstención es una clara amenaza para ese cambio, pues si bien actúa de un modo "neutro" a los resultados, en realidad lo que hace es permitir que las pérdidas electorales de esos partidos no tengan consecuencias, es decir, que se perpetúen en el poder más años, y con ello persista más tiempo el sistema corrupto que nos gobierna.
No volví a escribir hasta  el 24 de mayo de 2014 ("Nueva geometría electoral para 2015 (III): Opciones emergentes "), donde ya hablaba de las nuevas opciones electorales que estaban surgiendo. El 25 de mayo,  fecha de las elecciones europeas, también escribí para comentar los resultados electorales. En el período entre enero y mayo ocurrieron cosas importantes: ese grupo de profesores universitarios al que me referí antes fue capaz de organizar un nuevo partido de la nada, o más bien, de la indignación de mucha gente. En un tiempo récord consiguieron apoyo suficiente y se pudieron lanzar a la arena política, bajo el nombre "Podemos",  consiguiendo en aquellas elecciones un meritorio resultado con 1.5 millones de votos y 5 escaños, lo que hizo saltar todas las alarmas no solo en los demás partidos, nada acostumbrados a nuevos competidores, sino en las élites financieras y económicas de nuestro país (y probablemente de fuera) que se inquietaron ante un nuevo actor político al que no tenían "controlado". Hoy las expectativas de voto por este partido prácticamente están a la par con las que tienen los dos partidos que se han ido alternando en el Gobierno, lo cual es un cambio en la geometría electoral muy notable en nuestro país, un cambio que se empezó a "atisbar" en mayo de 2013.
Lo que ya se ha dado en llamar en la prensa "Fenómeno Podemos" está a punto de dar al traste con los planes de la troika y sus compinches para "bangladeshizarnos". De momento va a ser más que imposible que en las próximas elecciones generales de 2015 el partido en el Gobierno, el PP,  revalide su mayoría absoluta, y eso es ya un escollo muy importante para seguir machacándonos como lo ha hecho hasta ahora. Por su parte, el partido alternante, el PSOE, no parece que vaya a tener más un papel tan relevante como el que tuvo en el pasado, cuando llegó a gobernar por mayoría absoluta en varias legislaturas. Se ha movido el tablero de juego y ya nada será igual que antes. El 2015 veremos cosas interesantes, y espero que sirvan para revertir la política de destrucción de lo público empleada hasta ahora en nuestra contra. Pero no nos confiemos: tendremos que seguir luchando para mejorar nuestras condiciones de vida y las de nuestras generaciones futuras.

¡¡¡Feliz y Megapráctico 2015!!!