El párrafo final del capítulo mencionado anteriormente merece ser destacado:
Todo empezó con una simple idea: Hace mucho tiempo alguien se dio cuenta que era posible robar porciones de la productividad del prójimo. Esa pequeña innovación tuvo sobre el desarrollo de la cultura humana una influencia quizás mayor que la de la palanca, la rueda, la máquina de vapor o cualquier otro avance tecnológico. Con la ejecución de esta idea cambiaron las relaciones fundamentales entre los seres humanos y entre éstos y la Naturaleza; el cambio generó un proceso evolutivo que parece hoy estar llegando a su culminación. Si, estamos en una situación crítica. Las soluciones fascistas son erróneas, tanto desde el punto de vista humanístico como del ecológico. Las soluciones liberales no pueden alcanzarse en nuestro sistema socioeconómico actual. Está claro que la solución de los problemas del medio ambiente requiere de un tipo de política radicalmente diferente.Volviendo a leer este capítulo, no hay duda de que en los años '70 del siglo XX se tomaba mucho más en serio el problema de los límites del crecimiento que ahora, casi 40 años después, cuando tendría que ser al revés, puesto que estamos más cerca de esos límites. La próxima entrada del blog versará sobre este tema.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja aqui tu comentario